El FC Bodo/Glimt, cuya fundación remonta a 1916, suma a penas cuatro títulos de liga (1977, 1993, 2003 y 2019) y dos de copa (1975, 1993).
En sus más de 100 años de historia, el club ha tenido varias etapas en segunda división e incluso en tercera; juega en un pequeño estadio, el Aspmyra Stadion (7350 butacas), y es considerado un equipo más bien modesto de la Tippeligaen (primera división Noruega).
Estos datos sirven para poner en contexto lo que está consiguiendo el equipo, y sobre todo para valorar como es debido sus logros actuales. Tiene mucho mérito...
El club es el vigente campeón (2019) de Noruega, y actualmente, después de 20 jornadas, es líder por delante de los míticos Rosenborg BK y el FC Molde, los dos históricos del país a los que mantiene a 18 y 19 puntos respectivamente.
Una de las claves del éxito del Bodø es sin duda su juego ofensivo, 69 goles lleva en los 20 partidos de liga, una media de 3.6 por partido.
Hay que reconocer que el estilo de juego del entrenador Kjetil Knutsen es muy abierto, alegre, y divertido para el espectador.
Dicho estilo de juego representa la identidad del equipo cuya plantilla es joven:
En el medio centro destacan Ulrik Saltnes (27años, 9 goles y 12 asistencias) Interior con llegada al área y magnífica visión de juego, y Patrick Berg (22años, 4 goles) pivote defensivo soberbio.
Arriba, Víctor Boniface (19años, 6 goles, 4 ast) es el delantero titular. A pesar de que sus números no son llamativos, el nigeriano juega un papel importante en la pelea con los centrales y sobre todo en el borde del area; permite abrir espacios para la llegada de los extremos.
Precisamente, la fuerza de el equipo reside en sus bandas; por un lado Philip Zinckernagel (25años, 14 goles, 12 ast) con gran capacidad asociativa, y por el otro, Jeuns Hagen (20 años, 16 goles, 10 ast) ambidiestro que empieza a llamar la atención de clubes como el Manchester Utd o el Ajax Amsterdam.