Sabíamos que el proyecto de los Philedelphia 76eres no estaba yendo en la buena dirección, de hecho os invito a lleer un articulo que publicabamos hace un par de meses sobre el "Process". https://hablemossport.wixsite.com/hablemossport/post/philadelphia-76ers-trust-the-process-ok-pero-hasta-cuando
El problema es que parece que los Sixers mismos se acaban de dar cuenta de ello viendo la diferencia abismal que hay entre el juego de los Celtics y el suyo.
En este preciso momento (en el que estoy escribiendo) la eliminatoria va 2-0 a favor de los del TD Garden, y sinceramente no vemos como los Sixers podrían darle la vuelta a la situación, es más, dudamos que puedan ni siquiera ganar un partido.
La lesión de Ben Simmons puede servir de excusa, Why not... pero el problema es el juego y Boston lo ha demostrado. De hecho, los C's también perdieron a Gordon Hayward pero su nivel de juego y su intensidad no se han visto afectados, Brad Stevens se ha apoyado en la versatilidad de sus pupilos, y el game 2 ha sido una lección de Baste Ball en toda la regla.
Los Celtics tienen varias cosas, algunas más técnicas, otras menos, pero los C's tienen sobre todo a Jason Tatum; All Star por primera vez en febrero, el crack se ha echado el equipo a la espalda y no deja de sorprendernos, 32 pts -13 rebotes en el primer partido, J registra 33 pts en el segundo y deja un impresionante 8/12 en triples. Y no es que el equipo juegue para el precisamente, Jaylen Brown y Kemba Walker también están por encima de los 20 puntos. Es simplemente que el chico es un fuera de serie, espectacular atacando el aro y buscando la plancha, tiene una facilidad en coger tiros a media distancia que recuerda a un cierto Carmelo Anthony o incluso, (ojo que son palabras mayores) al mismísimo Kobe Bryant.
Pero Boston no es solo Tatum, el otro J, Jaylen Brown está on fire, 29 puntos en el game 1 con 5/8 en triples, y 20 puntos en el game 2 con el "pequeño detalle" de que ha jugado de 4 en lugar de 3, sustituyendo la baja de Hayward. Lo que nos lleva a hablar de la versatilidad de los Celtics; no solo Brown, Tatum ha jugado en el puesto 3 y para estos chicos no cambia nada. Son el ejemplo personificado del basket moderno, two-ways players, es decir, jugadores buenos a los dos las dos de la cancha, tanto en ataque como en defensa. Hemos visto a Brown defender sobre Embiid por secuencias, hemos visto a Tatum taponar a Tobias Harris, y hay que reconocer que es admirable ver a estos talentos darlo todo en defensa y no gestionar sus esfuerzos.
Hay más... Un tal Marcus Smart, jugador preferido aquí en la redacción, menos anotador y menos fino con el tiro, pero siempre igual de irreprochable en su comportamiento, sus ganas, y su sacrificio. Marcus se ha convertido en el leader del vestuario, defiende como nadie, transmite su energía al equipo y no regala nunca nada. Le hemos visto robar balones como de costumbre, tirarse al suelo, meter intensidad, discutir con el arbitro,... puede gustar o no, pero es una bendición tenerlo en tu equipo, y una pesadilla tenerlo en contra.
Igual el que más lejos está de su nivel sea Kemba Walker; con dificultades en el tiro, (0/4 y 1/6 en triples), registra 19 y 22 pts en los dos primeros partidos sucesivamente. Pero es útil al equipo, abre espacios para los compañeros y no es nada tacaño a la hora de esforzarse en defensa. Si los tiros no entran, pues Kemba ha vuelto a la base, buscar el lay-up y los tiros libres.
Nos queda mencionar la profundidad del banquillo de Boston y el trabajo magnifico del entrenador Brad Stevens. Enes Kanter, D.Theis, G.Williams y R.Williams se turnan en el puesto 5, es decir en el interior, cada uno aporta algo diferente, Theis y Grant más defensivos, más solidos en sus apoyos, Robert Williams mucho más vertical, rápido y atlético, permite que el equipo tenga transición, y Kanter ya lo conocemos, en defensa ya es tarde para mejorar pero en el rebote ofensivo es muy dominante y contribuye siempre aportando puntos fáciles al equipo. Brad Wannamaker está siendo un back up decente de Walker, en salida de banquillo aporta movilidad y al ser zurdo, consigue perturbar el sistema defensivo rival, ya que los jugadores de Boston son todos diestros. Ojeleye y el joven Romeo Longford están entrando en las rotaciones, los dos encajan en esa filosofia de two-way players del coach y permiten dar minutos de descanso importantes a los Tatum, Brown y compañia.
Todo esto, en el sistema Brad Stevens que ya es famoso, con mucha movilidad, en ataque como en defensa: El balón circula muy bien, todos pueden subirlo, y todos aportan scoring, incluso los pivots cogen tiros exteriores. El movimiento es aun más importante en defensa, un sistema parecido al de D'Antoni en Houston, una mezcla entre marcaje al hombre y defensa en zona. Exige mucho esfuerzo de los jugadores pero resulta perturbador para el rival ya que a un mismo jugador, Embiid por ejemplo en el caso de Philadelphia, puede enfrentarse a Brown en una jugada, a Smart en la siguiente y a Theis en la otra, con lo cual le obligan a atacar diferente y no le permiten encontrar un ritmo.
Boston tiene defectos, pero ya hablaremos de eso en la previa contra los Raptors :)
Lo que nos interesa es la comparativa con Philladelphia, Bret Brown ha tenido que asumir un juego de Big Mens, jugadores altos, grandes, pero con poco movimiento, todo lo opuesto a lo que vemos en Boston. Quizás por ahí empiezan los problemas.
Está claro que la falta de movilidad, ya sea del balón o de los propios jugadores es lo primero que llama la atención al ver jugar a los Sixers. Tobias Harris juega muy abierto, demasiado, las pocas veces en las que entra en contacto con el balón es porque ha recuperado un rebote, y en ataque tiene que crearse sus propios tiros para anotar, ya que atacar la canasta es imposible estando Embiid y/o Horford, se crea un atasco importante.
Con o sin Simmons, la subida de balón es lenta, hay que esperar a que los grandes suban, y el juego en transición es nulo. En los dos partidos de playoffs hemos visto Josh Richardson en la distribución de juego, aunque hay que reconocer que sin sentido, porque se resume a darle el cuero a Joel Embiid.
Shake Milton no tiene la jerarquía necesaria para poder hacer jugadas en solitario y su aportación se limita a coger algunos tiros forzados y algún que otro triple.
Korkmaz y Burke, en salida de banquillo aportan un poco más de chispa, más tiro exterior, pero siguen siendo fáciles de defender ya que el juego es muy estático, al fin y al cabo es un deporte de equipo, y si solo dos de los cinco se mueven, el sistema no cambia y el ritmo tampoco.
Nos queda el caso Al Horford, o el arte de buscarse problemas. El puertorriqueño se fue de Boston mismo hace justo un año para "ganar el anillo", consideraba que los Sixers tenían más posibilidades y más potencial que los Celtics; Error. Los Sixers están llegando al final de su proyecto, los C's están empezando señor Horford. Hay que admitir que el contrato que le ofrecían en Philadelphia es casi el doble del que tenia en Boston, pero seguro que no tiene nada que ver. Más allá dela mala elección, nuestro amigo Al se ve obligado a estar en el banquillo, ya que en el juego es incompatible con Embiid y Harris, tiene pocos tiros, poco impacto, y justo se ve superado por sus excompañeros, a veces los errores que cometemos se pagan caros.
En resumen, Philadelphia tiene mas nombres, sobre el papel tiene más posibilidades; pero Boston tiene más talento, más equipo y un entrenador que sabe como quiere jugar; y la diferencia es abismal entre los dos. Da gusto ver jugar a los Celtics, el enfrentamiento contra Toronto (aunque me adelanto un poco) va a ser de alto nivel, y los Sixers, puff, dejémoslo en que la situación es complicada, y el futuro no pinta nada bien.
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